Buenos días señoras y señores
Como pueden ver somos jóvenes, adolescentes, nuestros nombres son Scarleth Muñoz Morales y
Catalina Catrileo Pinto y como tales a nuestra edad,
muchas veces nos encontramos en medio de situaciones en las cuales
tendremos que tomar decisiones estas podrán ser las acertadas o en muchas
ocasiones tomaremos las mas equivocas, cometiendo pequeños
y grandes errores los cuales debemos
asumir.
En muchos casos tomaremos una posibilidad, la cuál nos
parecerá fácil en un instante, pero en el momento de volverse más costosa,
querremos cambiar la, produciendo mas de
un problema para nosotros y los demás a nuestro alrededor.
Pero esto se debe a nuestras diferentes personalidades;
maneras de pensar y las formas de enfrentar el día a día. Algunos poseemos personalidades tímidas, vacilantes,
inseguras. Aspiramos a tener
a nuestro lado a personas dueñas de una manera de actuar dictadora, para
que nos digan el que hacer. Revestimos
de una modesta apariencia de consejeros, que preguntamos ¿Qué debo hacer? con
la esperanza de recibir la receta que nos
libre de cualquier decisión personal. Negamos el decidir, no deseamos arriesgar, no soportamos la idea de la
responsabilidad.
Otros somos excesivamente razonadores y nos ahogamos en la
perplejidad, acusamos un sorprendente
miedo a la realidad. Somos individuos que retrasamos nuestras decisiones ya que nos paraliza el ansia de seguridad y
el terror al riesgo. Siempre nos parece que aun no hemos reflexionado
suficientemente para luego actuar.
Quizá nos han educado con una excesiva dureza o excesiva
blandura, y que sufriremos mucho en nuestras vidas a consecuencia de ese apocamiento de carácter. Como si hubiesen
quedado heridas en el núcleo de nuestras personalidades, siendo heridas que
sangraran por mucho tiempo y que
dificultaran el asumir el riesgo de las decisiones personales y superar el
desanimo de posibles frustraciones.
Se nos critica por cada error, por cada paso mal dado, se
nos cuestiona el por qué el en cambio en
nuestras apariencias, opiniones, gustos y sentimientos. Estos cambios,
indecisión, inseguridad o como prefieran llamarles son la causa al miedo que
tenemos hacia el ¿que dirán por lo que he elegido?
Por esto, ayúdennos y
dejen de cuestionar el por que de
nuestra manera de actuar, ustedes fueron adolescentes, ahora son padres, tíos,
abuelos, en fin la mayoría son ejemplos a seguir. Ustedes
vivieron momentos en los que el
tomar una decisión les pareció una tortura.
Por esta razón entiendan que muchos de nosotros
tenemos miedo a erra, a
fallarles.
Somos responsables de nuestras decisiones, lo sabemos. Pero
ayuden al perplejo a reconocer el problema para luego dejar en sus hombros la
responsabilidad de él mismo tomar sus decisiones, sin dejar de apoyarlo, ya que
en medio del camino puede caer y necesitara a quien le sostenga para volver a ponerse de
pie y seguir caminando con esa carga.
No les pido que tomen nuestras decisiones o que nos liberen
de estas. Tan solo que nos guíen para no temer a equivocarnos y preferir el
esquivar cualquier riesgo. Solo deseamos
que nos comprendan y ayuden a caminar por el terreno desconocido, por el camino lleno de tinieblas dispuesto
como vía para llegar a nuestro preciado objetivo ya que todo camino en la
vida tiene algo de riesgo, de apuesta y
de salto al vacio el cual es preciso asumir para que un día ustedes puedan y nosotros podamos sentirnos orgullosos de lo que somos.
Muchas gracias.
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