domingo, 26 de agosto de 2012



Buenos días señoras y señores 
Como pueden ver somos jóvenes, adolescentes, nuestros nombres son Scarleth Muñoz Morales y 
Catalina Catrileo Pinto y como tales   a  nuestra edad,  muchas veces nos encontramos en medio de situaciones en las cuales tendremos que tomar decisiones estas podrán ser las acertadas o en muchas ocasiones tomaremos las mas equivocas, cometiendo pequeños y grandes  errores los cuales debemos asumir.
En muchos casos tomaremos una posibilidad, la cuál nos parecerá fácil en un instante, pero en el momento de volverse más costosa, querremos cambiar la,  produciendo mas de un problema para nosotros y los demás a nuestro alrededor.
Pero esto se debe a nuestras diferentes personalidades; maneras de pensar y las formas de enfrentar el día a día. Algunos  poseemos personalidades tímidas, vacilantes, inseguras.  Aspiramos  a tener  a nuestro lado a personas dueñas de una manera de actuar dictadora, para que nos digan el que hacer.  Revestimos de una modesta apariencia de consejeros, que preguntamos ¿Qué debo hacer? con la esperanza  de recibir la receta que nos libre de cualquier decisión personal. Negamos el decidir, no deseamos  arriesgar, no soportamos la idea de la responsabilidad.
Otros somos excesivamente razonadores y nos ahogamos en la perplejidad,  acusamos un sorprendente miedo a la realidad. Somos individuos que retrasamos nuestras decisiones  ya que nos paraliza el ansia de seguridad y el terror al riesgo. Siempre nos parece que aun no hemos reflexionado suficientemente para luego actuar.
Quizá nos han educado con una excesiva dureza o excesiva blandura, y que sufriremos mucho en nuestras vidas a consecuencia de  ese apocamiento de carácter. Como si hubiesen quedado heridas en el núcleo de nuestras personalidades, siendo heridas que sangraran por mucho tiempo  y que dificultaran el asumir el riesgo de las decisiones personales y superar el desanimo de posibles frustraciones.
Se nos critica por cada error, por cada paso mal dado, se nos cuestiona el por qué el en  cambio en nuestras apariencias, opiniones, gustos y sentimientos. Estos cambios, indecisión, inseguridad o como prefieran llamarles son la causa al miedo que tenemos hacia el ¿que dirán por lo que he elegido?
Por esto, ayúdennos  y dejen de cuestionar  el por que de nuestra manera de actuar, ustedes fueron adolescentes, ahora son padres, tíos, abuelos, en fin la mayoría son ejemplos a seguir.    Ustedes   vivieron momentos en los que el tomar una decisión les pareció  una tortura. Por esta razón entiendan que muchos de nosotros  tenemos miedo a erra,  a fallarles.
Somos responsables de nuestras decisiones, lo sabemos. Pero ayuden al perplejo a reconocer el problema para luego dejar en sus hombros la responsabilidad de él mismo tomar sus decisiones, sin dejar de apoyarlo, ya que en medio del camino puede caer y necesitara  a quien le sostenga para volver a ponerse de pie y seguir caminando con esa carga.
No les pido que tomen nuestras decisiones o que nos liberen de estas. Tan solo que nos guíen para no temer a equivocarnos y preferir el esquivar cualquier riesgo. Solo deseamos  que nos comprendan y ayuden a caminar por el terreno desconocido,  por el camino lleno de tinieblas dispuesto como vía para llegar a nuestro preciado objetivo ya que todo camino en la vida  tiene algo de riesgo, de apuesta y de salto al vacio el cual es preciso asumir para que un día ustedes puedan y nosotros  podamos sentirnos orgullosos de lo que somos.
Muchas gracias.

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